¿Cuál fue el evento crucial que llevó a nuestros ancestros a comenzar a dominar la naturaleza, hace unos 10.000 años atrás? Hasta ese momento, los seres vivos, incluídos los humanos en el Paleolítico, se las habían arreglado con lo que la naturaleza tenía para ofrecerles en el día a día.

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     En el contexto científico actual, el gran evento que precipitó la revolución neolítica no es un misterio. A través de los últimos 10 milenios, las temperaturas se habían elevado enormemente (alrededor de 6 grados celsius). El descongelamiento de los hielos causó que el nivel del mar subiera alrededor de 100 metros.

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     La pregunta útil es: ¿Cómo se adaptaron nuestros ancestros a esta espectacular crisis de la historia de “nuestro” planeta? Esta pregunta es clave para analizar el punto de quiebre vital para la historia de la vida, que comúnmente llamamos la “revolución del neolítico”. A partir de ese tiempo, nuestros ancestros se han comportado como si la función del Planeta Tierra fuera satisfacer las necesidades del Homo. En ese momento, comenzaron a dominar la Naturaleza y a domesticar a los animales. El pre-requisito para tales estrategias de sobrevivencia fue transformar al Homo e interferir con el eje amor/agresión. Comprendemos -hoy- que el período alrededor del nacimiento es crítico desde este punto de vista.

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    Es notable, por lo tanto, que la socialización del nacimiento se muestre -en retrospectiva- como un componente clave en la dominación de la naturaleza. El reflejo de eyección fetal fue transformado en una “segunda etapa del trabajo de parto” con movimientos expulsivos voluntarios y la interacción entre la madre y el recién nacido fue alterada -durante los primeros minutos siguientes al nacimiento; interfiriendo con la liberación de lo que se supone que es el pico más alto de oxitocina que un ser humano puede liberar.

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   Un retraso en la iniciación de la lactancia y -en consecuencia- un cierto grado de separación madre-bebé, fueron justificados por creencias negativas sobre el calostro. Esas creencias yacen en la raiz de la dominación de la naturaleza. Los puntos comunes entre una gran diversidad de medios culturales, son sorprendentes.

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   Estas consideraciones aparecen en el amanecer de una nueva fase en la comprensión de las funciones cerebrales. El poderoso neocortex humano puede actuar de dos maneras opuestas. Puede ser una herramienta. O, por el contrario, puede inhibir funciones fisiológicas (algunos reflejos, el sentido del olfato, el nacimiento, etc). Debe subrayarse que la socialización, generalmente, estimula la actividad neocortical.

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¿Puede la humanidad sobrevivir al nacimiento sociabilizado?

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Michel Odent, Abril 2024

*Traducción: Maca Mardones